Las galletas y la vida
Como cuando se te cae la galleta al vaso (que no taza) de leche: si tardas mucho tiempo en re-cogerla, se deshace, se esfuma, se pierde, se cierra. Y precisamente, para qué negarlo, no enternece.
Insistes en cogerla, en dejarla reposar en tu cuchara. En secarla.
Y yo, como galleta, te digo que se pasa mal.
Y yo, como cuchara, te digo que tampoco se queda corta la experiencia.
Comentarios
EXQUISITO SIMIL
Besilños desde TERRAS GALEGAS!!!