Para el coche
Por ese túnel que nunca acaba pero que me gusta, por el simple hecho de que te veo en frente, conduciendo, comprobando que estás ahí, por fin. Quiero acariciarte pero no puedo: conduce, conduce y llega, para el coche, para el coche y bésame. Vamos a perdernos este fin de semana por los senderos de los que escribiste aquel ayer.
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