Setenta y tres vueltas, al menos, de entrada
Setenta y tres vueltas de entrada a su vida, por favor. Sí, ni una ni dos ni tres, que sean setenta y tres he dicho, por favor, y que pase por la cordillera de la puta esquina de mi calle, que me encanta ya aún sin conocerla.
......Puto pulso, no para quieto para no olvidar. “Tranquilo, te aseguro que vas a recordar”...El recuerdo no te lo quita nadie. Nadie te asegura que la historia se repita, pero yo sí te puedo asegurar que el recuerdo sí se repetirá, y que nunca, nunca, absolutamente nunca, se perderá entre esos recorridos. Todos los viajes enseñan. Los recuerdos no son a medias. Lo repito. Esto es el mejor modo de comprar el billete de despegue. Bonito viaje, capitán.
Aterrizaje a la vuelta, pero no forzoso, eso nunca. Te veo cuando pise tierra española. Te veo en el aterrizaje. Y qué coño, ¡que me pique la cara 100.000 veces más si es por una barba como la suya! Bonito viaje, capitán. Te veo en el aterrizaje.
Comentarios