Dónde

recital:
Lavapiés, Madrid
----------- 16 diciembre -----------

Desaparición, con todas sus letras

Quiero evitar la baldosa que baila, y va, y me pisa el pie. Vosotros me diréis que son cosas que pasan. y yo, en respuesta, voy a quitar todas estas zetas del sopor que te infunden mis letras. Vosotros me diréis que me aleje, y yo, en respuesta, voy a quitar todas esas zetas por intentar recuperar lo que una vez nos hizo flotar...Y el destino, en respuesta, me obliga a afrontar que está todo perdido. Y aquí me hallo: en condición de aturdida, encontrando que todo está perdido...La próxima vez que levantas las cejas de incredulidad, que sea al mundo y no a mí.

Pasan las jetas, pasan las horas, pasan las zetas. Uno por uno se gira y se acerca para asegurar que ahora que el mal está hecho, lo bueno va a encontrar su oportunidad. Y yo, es entonces, cuando decido que ya no voy a quitar más zetas. Y yo, es entonces, cuando no voy a repetir más mis sentimientos y voluntades (afirmo y reafirmo que ya los dejé claros). Y la próxima vez que levantes las cejas de incredulidad, que sea al mundo y no a mí. Y es que nunca voy a pedir que confíes en mí. Ya no más. Y la próxima vez que levantes las cejas de incredulidad, que sea al mundo y no a mí. No a mí, porque la paciencia, se acaba. Y yo, ya no voy a quitar más todas esas zetas del sopor que te infunden mis letras. Y yo, ya no voy a repetir más mi sentimiento y voluntad.

¿Y lo bueno? Encontrará su oportunidad. Y tú, la próxima vez que levantes las cejas de incredulidad, que sea al mundo y no a mí. No a mí. Ya vale de temblores. Ya vale de conversaciones que empiezan mal y acaban bien. Ya vale de conversaciones que acaban mal y empiezan bien. Ya vale de mensajes, correos electrónicos, y palabras que tan pronto se tornan para bien, tan pronto se tornan para mal. Ya vale de interpretar incorrectamente mis palabras. Ya vale de desvalorizarlas. Y es que no hay que precipitarse cada dos por tres, ni cada tres por dos... Se creyó oportuno destapar toda la verdad, pero es que yo ya no sé ni qué significa ese término, "la verdad". Siempre, respondiendo sin pensar. Y en las consecuencias, error garrafal. Y en las razones, la mala fortuna de dudar. Se esfuman la esperanza y el deseo. Se fuman. Se aspiran. Se anulan. La corriente de alto voltaje en blanco y negro. Y el mundo, sin electricidad, llenando de astillas las caras más mustias de las pastillas. No es fácil resistir a los mensajes eléctricos que atraen a los relámpagos y después, al rayo. No es fácil. Y yo, yo lo hice, pero yo, yo ya no puedo más. Hasta aquí, punto y final...No tenéis ni idea. Punto seguido. Ninguno de vosotros. Tremendo espectáculo el haber seguido luchando...No tengo ni idea...Siempre tan culpable de especular sobre la certeza de nuestra lealtad, nos traes de cabeza hasta el final. Y mientras tanto, las ansias de esperanza van mermando, y nosotros, nosotros somos incapaces de ocultarlo...Y es que, la única verdad es que el círculo tiene fin. Y es que, el círculo tiene fin.

Una verdad tan simple y grandiosa, estremecedora y absoluta: El círculo tiene fin.

Me he chocado de bruces con los límites circulares.

Ya no hay más límite.

Ya no hay ni un solo límite.

Esta vez, vamos a suspender en gimnasia emocional.

La baldosa no me pisará el pie más.

Y no lo repito más no me dejas intentarlo. Y no lo repito más: no hablo hasta que te vea. Sólo quiero zetas esperanzadoras. Sólo quiero letras pensadas y recalcadas. Por favor, NO A MÍ.

Comentarios

Miguel Nieto Peña ha dicho que…
Tan fácil como viene, se va... pero llegará el día en que no desaparecerá.
Recuerda que la esperanza siempre vuelve, si el pasado no te rescata, lo hará el futuro.
Por contra, creo saber de qué hablas, pero no puedo estar seguro (obviamente).

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