Adela

Adela hoy se ha pegado un buen susto. Debía venir de la guardería, cuando ha escuchado el pulular de un objeto rodante y extraño, que corría y corría, incluso más que su perro Luka. Adela hoy ha cruzado las siete líneas sobre el suelo gris, ha abierto una cosita rara que tenía dentro esa comida que no había visto nunca antes en su país. A Adela le ha recogido hoy una señora que la traía algo muy rico con lunares blancos y dulces. Pero también ha tenido miedo cuando ese sonido raro, peor que el de un león, ha continuado sonando. Su nueva madre le ha dado la bienvenida a la nueva ciudad, y Adela, por mucho que sonriera, seguía teniendo miedo.