No mires abajo, Nan
Dime que no es justo, di que esto no es justo. Que tu nombre tiene cuatro letras que a veces dicen lo contrario.Que no se lo merece, ¿me oyes? que no se lo merece. Que eres muy perra cuando quieres, y retuerces, retuerces.Y vuelves, encima, vuelves. Pero, pero de repente, de repente te suministramos litio y tu polo se tuerce, pasa de la etapa maniaca a lo positivo. Y pasas por delirios, ¡auxilio!. Espera, espera que cojo los apuntes y me aseguro...¿Para qué? ¿te crees que puede estudiar así? ¿te crees que tiene ojos para otra cosa? ¿mente, mirada, o acaso palabra? Y a veces eres una puerca, y es injusto, y lloro, mira que lloro, por ella, por todos los que no lo hacen, por todos los que le han metido el dedo en las tres mil llagas de estos días. Y te meto en el baño, y te lo digo. Y las plataformas digitales, ni mantienen, ni siquiera mantienen: dime, ¿acaso es la única formar de borrarte una cuenta? Pues véte a la mierda, deja de jugar con las personas, y vete con tu letra final de a y comienzo en v. Y tú, deja de cambiar las teclas de mayores y menores, o al menos, deja de manipular las melodías del día a día.
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