Pak

¿Sabes? Cuando no ves por dejadez opuesta a la intención, da placer. Escucha a Ustad y cállate. Nos besamos demasiado pronto, nos confundimos con el césped y él nos lió más a nosotros de lo que nosotros a él. Ganó la batalla y las ganas de empezar a enredarnos se quedarían en ese parque del Consejo de Ministros antes de irme fuera de España. Pero veo que murió en Francia y el asunto se aplana, me alivia. Explicar el Recinto Histórico con el Premio Cervantes se queda en esta ciudad también, aunque sea por unas semanas. Y me entra, me entra y sube por las orejas hasta comunicarse con el estómago y subir por la parte distal del maldito esófago, saliendo y escribiendo con la mano izquierda cuando haga falta. La bendita mano. ¿Sabes cuánto tiempo llevaba buscando una emisora así? Nusrat. La sonrisa se quedó bajo la sombra de la frente y el gorro de los colores de La Latina han entrado en la Plaza Mayor desde el dieciocho. Va a llegar la visita, cálmate. Sube, sube y sube, y me saca la sonrisa. Fateh. Cumples y cumplo. Y espera, que me habla. Joder con las bandas Edad. Creo que me has hecho reflexionar y la cabeza se acopla a la mirada de ese reptil de cola prensil. Ali, ven y deja de protagonizar la película. Quiero ir y sacar la cámara a pasear, ir a tu batukada y que me mezcles con la ensalada. Yo, por mi parte, llevo el aceite, y tú a Khan.