Dónde

recital:
Lavapiés, Madrid
----------- 16 diciembre -----------

Es veintisiete de febrero

Porque, porque dios, porque te sube la sonrisa, se te abren los labios, se te separan, y se ve blanco. Pero blanco de dientes, blanco puro, blanco real, alegría, confortable, saber que existe, que está ahí, que las ganas de actualizar vuelven a empezar. Porque es veintisiete de febrero y haces como si estuviéramos con los sombreros.
El mío parido en Londres, rojo y negro, con estilo hippioso, con sabor a bizcocho. El mío, de paja, sacado de la fábrica de tabacos y con más pulgas que cualquier otro, destacando, aspirando. Los dos en tu casa, esperando a ser puestos sobre cabezas que ya han pisado la capital alemana. ¿Y cómo coño vamos a hacer durante una semana sin conocer el cortauñas?. Volveremos con ellas negras y largas. Tú, te dejarás la barba. Nos disfrazaremos con vestidos de novias y le diremos ‘mono’ en alemán a la tendera. Y saldremos corriendo hasta llegar al Tiegarten, para luego abordar los cantos a los judíos, y pararnos en seco. Mirarnos, mostrarnos el miedo, ponernos con lo puesto, mirar al pasado, respetar el monumento, pero siempre, sin amar conventos. Compartiremos música de tu emepétré, y la casaremos con la del mío. Nos reíremos por la calle por no entender ni papa, y buscaremos desesperadamente en la guía de conversación alemana de mi estantería cuando alguien sepsi nos diga algo en su idioma tan calentorro. Pero yo me sigo preguntando ¿cómo coño vamos a hacer durante una semana sin cortauñas?. Porque te sube la sonrisa, porque está siempre ahí, porque me voy con su oído derecho, porque vuelvo con su izquierdo, porque sus rizos estarán aún más bonitos bajo el sol de Berlín. Tomaremos el sol sin camiseta mientras recogen los botellines aquellos vagabundos tan amables de los que los turistas hablan sorprendidos tras su viaje, y les sonreiremos, y a todos, a todos menos a ellos, les llamaremos monos. Porque es la ciudad del respeto. Porque las fábricas de tabaco se multiplican allí. Porque me perderé entre el barrio judío y sus escaleras pintadas, con Julia. Y tú, pondrás la misma cara que pusiste la semana pasada cuando me paré por la Calle Mayor y me adentré en aquel pasillo de tensión y devoción. Haremos, de esto, una canción.

Para el rizo que está triste: a esto, le llamarás tu primer viaje, o al menos, yo pondré todo de mi parte para que así sea.

Comentarios

Saltamontes Rojo ha dicho que…
Yo me comeré tus uñas negras si quieres.
Mis nervios y la emoción de viajar contigo hacen que apenas tenga uñas yo u.u
¿trajes de novia? y de novio, tú serás el chico, y yo la chica.
Que sepas que el otro día puse esa cara, pero porque estaba cansado, pero adoro, cuando te paras y empiezas a sacar fotos, estas muy mona con Julia, te agachas y empiezas, zash! zash! zash! y mola, yo también quiero aprender a usarla =)

Correremos por todos los barrios, como corríamos una noche en blanco hasta dar con amaral, como correremos con nuestros ipods casados =)

tú si eres única, pulga mia

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