Todo la tiene
Tengo un mortero para pintar. Los noschi lo venden muy barato, y nadie lo quiere. ¿Utilidad? Siempre. Todo la tiene. Píntalo, reviértelo, rodéalo. Abre el cajón y acaba la plastilina, recréate con los nombres, colócalos en espiral, duerme la siesta tres horas sin alarma, recoge el cuarto mientras el volumen deja traspasar las maderas de la puerta central, cúbrelo. Y saca el disco de Gaëlle. Mira al payaso del gorro azul y colócale la vela. Disfruta de las agujetas y piensa en el fin de semana sin nudos. Guiña un ojo a la marioneta, suéltate el pelo cuando lo tengas más largo, ve a Santa Ana y tapea con amantes de las agujetas, de las croquetas. Plantéate la escalada para mañana y regodéate con el francés de camiseta negra procedente del País Vasco. Cubre Malasaña con las medias cantosas y apila las revistas para leer. Lee sobre mangos y vacila con las páginas de Van Gogh mientras le colocas pegadito a Berlín.
Y el alojamiento del viaje al teto, que no se te olvide, cochina.
Comentarios
dan ganas de hacer cosas... cuando lo lee uno
he escrito algo en referencia a la expo que tenemos que terminar