Pataleta

Quiero encerrarme en mi cuarto y tirar todo por el suelo, confundirme con el rojo y el acrílico de su brocha. Tirarlo hacia el techo y subirme yo a él, observar desde arriba y que la trompeta de Donavon me estalle mientras ellos están a kilómetros de aquí. No afrontar el estudio, jugar al delirio. Que me hables y juegues con el micrófono, que te calle con un beso. Que juguemos a eso. Quiero llenar las paredes de cola blanca y fundirlas con recortes de revistas, y para ello, quitaré el gotelé. Los flaps no oirán y no entrarán en este cuarto, no me abrirán el armario, no me quitarán perchas, no me vaciarán la papelera. Porque será mi espacio. Porque cuando entren por la puerta de la casa, el cerrojo estará echado. Y llamarán a la puerta, y yo jugaré a no escucharles bajo las sábanas mientras estás a mi lado. Y mira cómo se me va la cabeza. Uno se engaña y se ilusiona, otros se ilusionan y luchan, otros son pasivos. Yo, activo.