Dosis de equis
¿Por qué? ¿Por qué son tan raras? Te parpadean el ojo y te dan la señal. Respondes y se van. Vienen, y te quedas sin saber cómo actuar. Que des el paso, te digo. Lo he dado, anclado. Escribes y no responden, paras y vienen, sigues y vienen, paras y se van, vienen, se van. Nunca sabes cómo actuar, ni cuándo volverán. Es impredecible esto de lo que estamos hablando. Tratamos. Y a veces, desesperamos. Pero como bien decía Carmen, es la buena parte. Indispensable el no saber qué llegará. Original. Y a veces, desesperamos, nos pinchamos. Tensión, marcaje, diferencia, novedad, relevante, intenso, de acuerdo. Cómo llegará. Atar el cabo y no saber más que su grosor puede dar un puntillo de indiscreción. De acuerdo. Las cosas son completamente alterables, ellas manejan, ellas guían, ellas asienten, ellas, te marean. Y ahí está el dilema, subirte al barco y notar la tensión de lo impredecible a bordo, o dar la espalda y tirar hacia el hombr-o. ¿Diferente y potencialmente peligroso? ¿o premeditado y plano?. Tiro el dado.
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