En el término medio, pasado el punto de inflexión

Me llaman y atiendo. Cojo el recado. Cambiamos los papeles, y me agrado. Termino de lavar la bolsa. La tiendo. Subo la persiana, bajo las pestañas. Play de radio, escenas de carpaccio. Collares al fondo, mirada pasiva e indecisa. Analizan. Estos ojos analizan como si de líneas escritas por Flora Davis se tratasen. Primeros seis días al otro lado del punto de inflexión. De nuevo, eses formando rasgos de escritura heredados. Tranquilidad, el saber llevar. El forzarse a plasmar. Al otro lado del punto de inflexión. Ver las cosas con otros ojos, mirar de fondo. Alinear los hilos de conversaciones desde posturas superiores, que nada se tuerza, que la rebeldía se aplana, que ésta ya no canta. En menos de doce horas empezamos con el resto ya comenzado, pero las variables serán, más concretas, confiesan. Y se mirar los días, ni parar el lado valiente, ni para el incandescente, ni para ti ni para mí, el dieciocho se asienta así: de día, como a él le gusta. Términos medios, que no disgustan. Términos medios, que no asustan. Términos medios.