Porque como todo el mundo

Esa chica, esa chica se ponía triste al escuchar las canciones, mientras rebanaba derroches de energía y los repartía a todo el mundo, mientras ponía el pie en la tierra y se aturdía con pensamientos extranjeros. Podía parecer que no se ocupaba, que no le daba giros, que se estancaba en todo lo contrario a lo que uno suele hacer. Pero era sólo un parecer. Porque como todo el mundo, se comía la cabeza. Y ahora, lo hará fuera de aquí.