La ventresca

Hoy he guardado la conversación. Porque ha sido un bonito comienzo. Porque hasta ahora, todo ha sido potito de bonito (o de ventresca, si me apuras, que está aún más rica). La ventresca mola. Yo, no sé, a mí no me gustan los purés. Siempre he dicho en mi casa que prefería los del colegio. Una falta de respeto. Pero es que no soy de purés. Pero bueno, que yo estoy aquí para hablaros de ventrescas, no de purés, porque, al fin y al cabo, la ventresca mola. Llevaba tiempo queriéndolo hacer. Y hoy la mañana me está cundiendo, hoy está surgiendo. Hoy, doy al pause. Hoy paro lo de alrededor para plasmarlo en una continuada canción.

Mierda, la opción para copiar me ha fallado. Los dedos se han quedado tiesos de tanto bajar y subir la rueda.

Pero me da igual, porque a mí me sigue gustando la ventresca, tu ventresca.
Pero me da igual, porque ya, guardada está.