De nombre, Ara

Ojos. Primero los ojos, el cuello pasando por la braga, el pitillo en la mano. La farola de columna. La puerta, negra. Boca, con labios finos, divinos, el cubo de basura de tapa naranja detrás. El pitillo, de liar, con pecas mirándole al fumar. Milán, allí donde solías estar, y donde, de nuevo, te vas. El tiempo, intenso y en contra; sabemos de lo que hablamos. El intento de salida, con la puerta, prohibida. Jersey, jaspeado, gris, y blanco, con sus dos manos colgando. Pantalones, negros, con abrigo de Eastpak, nieve confusa que no cae ni allí ni aquí. Nieve de mochila. Mirada, callada, nerviosa, jugando a ser inglesa. Americana, tres meses allí no son nada. Barlady, términos acertados. Casualidades que callan. Cine, sin coche. Metro, de tres líneas que no dan a parar a tu barra. De nombre, Ara.