El Orlando
Creo que me estás pegando el Orlando en la boca. En la receta. Que me acoges con los brazos abiertos, pero yo no quiero abusar de ellos. Que me enseñas tus cuatro paredes, tu nueva ciudad, tus proyectos, tus ideas. Que me hablas del partido de fútbol. Que lloramos juntos, que cambiamos de salsa. Que cortamos con la tabla. Que inundamos el horno de pizzas caseras, y nos disfrazamos ante el supuesto caballero. Agarrados, de la mano, como hermanos.
Comentarios