Y suena la alarma de buenos días
Mientras me hablas de cables, yo estoy en la mesa redonda. Mientras escribo con un marcador de CD's en esta agenda naranja, mientras pía la urraca. Cereales suizos de manzana y canela, mantel amarillo, un antideformador de zapatos en la mesa, entre otros objetos sin sentido. Y enciendo la luz, porque ya va siendo hora de arrimar el ojo a la ciudad. Y me siento, y sueño con Berlín, el puto paraíso al que volver a ir. Y me descubro las sabanas, y el gato gordo y agresivo gobierna la cama vecina. Y suena la alarma: bienvenida.
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