Torres humanas

No me preguntes cómo. Ni por qué. Pero siento lo mismo. No me preguntes cómo es posible. Ni por qué esa procedencia es una debilidad. No me preguntes cómo ha sido posible. Si tú tienes a alguien. Si no se han contado más de veinticuatro horas en el mismo lugar. Pero es así. Te leo, y me lees. Y no lo sabemos explicar. Pero ocurre. Son cosas que pasan. Yo ya sé algo más de esto. Tú sabes algo más de aquello. Pero estás verde, y aún más con esa religión, en aspectos como éste. Pero ocurre, pasa, dilata, traspasa, y llega, por carta, de allí, a España.