Elegancia en persona
Que cuando conozcas a una persona, se te olvida la otra.
Y te veo. Y leo tu nombre. Y voy ya no sé si por tercera vez, pero me da igual. Quiero verte. Sube la camilla, que quiero cuidar tu espalda. Y tu bata blanca. Mañana te tengo localizada. Quinto año en Francia, Venezuela, y España. Algo sabes. Algo te gusto. Yo en bici. Tú en coche. Y no esperas. Y esperas. Nos cambiamos la mirada y la ropa, y en otra planta diferente a la de los vestuarios, te veo de nuevo. Nos juntan las causalidades. Que no casualidades. La vejiga aprieta, el estómago suena. Dudas el otro día y hoy, que se disipan. ¿Ves por qué siempre hay que seguir hasta el final? Me gustas, te digo. La privada te salió, La Latina te alojó. ¿Conoces Marimba? Pues sube, que te llevo.
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