La gallega

El descuido se mezcla con el olor a suciedad, detergente, tabaco, y pis, y los niños asomados entre rejas. El descuido se presenta en un pasillo de doble fondo, y sólo un camino recto. Enrejado a derechas e izquierdas, cierro la canción. Y abro la nueva. Describo la calle y se me va la cabeza a tu vida. Un día más tarde. Me centro en la nueva. Y sigo. Luz al fondo, el recoveco meado en la curva marcada. Y la percusión acompañando. Tumbada en la cama. Tu madre sigue de portera. Tú sigues sin rumbo. Me miras, y no me reconoces. Y no te reconoces. Me quieres. Besar. Te quiero. Besar. Y tuerzo la esquina. La huerta a la izquierda. Mi casa al fondo.