Cuánto hemos
¿Y con qué cara de gilipollas, me miro yo al espejo, o miro a la pantalla, mientras escribo esto? ¿Mientras pongo el pantalón en la silla, y suena nuestra canción? Aquella que tanto te gustó cuando nos conocimos en la mesa del fondo del bar. Y no puedo evitar soltarme. Y me duele tragar. Y el pantalón, se queda en el suelo. Y es una necesidad. No hay por qué avergonzar. Bajo el volumen: noticias de la huelga. Yo no me defiendo a mí misma. Sólo intento protegerme, quererme, sentirme, y cuidarme. Cambio de extremo al otro negro. Y subo el volumen.
¿Cuánto hemos perdido?
No lo sé. Todavía, no sé decírtelo.
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