Los años, los daños
Que te confundas, y me rías la tarde. Que no te acuerdes del término técnico. Y me grites al rato. Que te quites y te pongas las gafas cada dos por cuatro hasta perderlas. Y luego, me preguntes por ellas. Que te ayude. Que te dé un masaje sin cobrarte. Que te cuente el día. Que disfrute. Y que termine, siendo feliz.
Ala, deja de escribir, y acuéstate,
que tienes una cara...
Comentarios