Tequila improvisado
Embriagada con un tequila de última hora, me desabrocho el sujetador y la camisa. Y me sueltas que Beirut es el que toca esta noche. Y yo, medio mareada y sorprendida por el efecto, abro la puerta con la llave. Y llego, y me acuerdo de ti y de tu pelo negro. Y a ti, te quiero contar el sitio al que me gustaría llevarte. Y a ti, te digo que poco me importa. Y tú, te pierdes en Rusia y me la suda. Y mi cuarto se apoltrona a estas horas igual o menos que yo. ¿Y si Raúl tiene razón? Gastar energías en demasiadas fugacidades pueden derrocharte la vida. Y, no sé mañana, pero hoy, al menos hoy, me da todo igual menos yo.
Y mañana, yo primero.
Como siempre.
Y mañana, ya se verá qué pasa con tantas fugacidades.
Pero todo sigue. Y esa, es la mejor parte de todas.
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