A la vuelta
Cuando las persianas se abren. Cuando puedes cerrar la puerta cuando te apetece. Cuando te plasmas la música, una y otra vez, en los oídos que están dispuestos a ella. Cuando fantaseas, aunque quizás, te lleves la hostia; cuando fantaseas. Cuando te encuentras a gusto. Cuando comes lo que quieres. Cuando haces lo que sientes, y te sale. Cuando vuelves de un intermedio fructífero y personal, directo, ansial. Cuando te sientes a gusto, contigo misma, con tu familia, con tu gente, con tus relaciones, con tu mirada, con tus quehaceres. Cuando quieres mantenerte en popa. Y lo haces. Y lo haces bien. Y lo sientes. Lo disfrutas. Y te conmueves. Y te vives. Y te sientes.
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