Sonreír por la otra persona
Cuando sonríes por esa persona, es que ha sido buena. O eso
he pensado esta mañana. Sin sentir, dormida, te das de cara. No tengo buen
recuerdo de ti, y es triste, pero es así. Porque hablamos de decepción, sin
sonrisa, sin más. Y es el tiempo, dirás. Cuando sonríes al acordarte de esa
persona, es que ha sido buena. Las cosas cambian, los recuerdos se plasman de
una manera más o menos frenética, más o menos tierna, y más o menos sincera. Cuando
piensas en ello por la tarde, haces la mueca del sexo. ¿Hasta qué punto te
acuerdas de qué, y de qué forma? Hasta dónde llegas tú.
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