La absurdidad del orden
Es absurdo, pasarse casi cinco horas delante del ordenador. Es absurdo, quedarse esperando un e-mail. Es absurdo, perder la vida intentando ordenar y ordenar lo previo, cuando ya no es algo mas que muerto. Es absurdo, mirar el cielo desde la ventana asándose de calor, cuando el aire está fuera y aquí sólo está podrido sin su canción. Es absurdo, obcecarse en ordenar y ordenar, durante el máximo de horas, cuando éstas en realidad se están perdiendo, sin un límite aparejo. Es absurdo, centrarse cada día en recoger y borrar y ordenar y recoger y borrar y ordenar el pasado.
Comentarios