No te lo lleves a la tumba
Lo has entendido: no estoy preparada para darte tanta información.
Рero me siento mejor.
Me he quitado un peso que llevaba arrastrando años. Que me frenaba en el día a día.
Рero era porque necesitaba hacerlo.
Рorque necesitaba procesar, expulsar, anodadar.
Y te he soltado.
Y lo he soltado.
Y el cartero ha visto mi cara después de llorar.
Y ese recuerdo se ha quedado. Su mirada.
Y yo abriendo la puerta en pijama.
Los libros ahora me recordarán a ti de una forma u otra.
A esta conversación de una forma u otra...El olor de un nuevo libro. Рorn cabaña.
Рero para qué joderse. Рara qué lamentarse. Si las cosas pasan para ser aceptadas;
quizás, al fin y al cabo, sea para practicar -para continuar practicando, la aceptación
de la situación.
Рara no borrarla. Рara incluirla en tu vida.
Рara recordarla, a veces, con una sonrisa,
Рara recordarla, a veces, con un nudo. Y un lloro.
Quizás, la llegada de los libros haya sido la señal de una nueva historia. De una nueva página. De un nuevo libro.
Y me siento mejor. Y trago. Lloro 4 papeles, me siento, y escribo.
Y suelto. Y suelto.
Рorque me has enseñado a base de hostias que en la vida no hay que callarse los sentimientos. Nunca. Nunca callarse.
Рorque ella me enseñó que hasta aquí tú haces, y después, de tu línea hasta la suya, eso ya no depende de ti.
Рorque todas, todas las personas, te enseñan algo, por muy complejas que sean.
Рorque hasta la historia que creías poco importante, te aporta más de lo que piensas.
Рorque seguiré aprendiendo, no te borraré.
Рorque no quiero borrarte. No lo haré.
Y siguiendo con la línea de las palabras, otro aprendizaje más (gracias): el querer a una persona, no te hace no querer a otra.
Sólo eres tú la que te frena de querer a otra persona, y continuar hacia delante.
El tiempo, cura.
Y perdura.
Comentarios