En palabras, con palabras

'Que no mamá, que

me pasa, que me pasa, se me guardan recuerdos en la retina,

como imágenes.'     16:36h

Acabo de guardar una imagen en ese carrete que supuestamente recuerdas cuando falleces, o cuando miras un paisaje que te deja sin palabras:

Miraba, sin contacto directo, al patio de árboles de casa. Y mi madre estaba, y me echaba gel hidroalcohólico de manos. Y a las 16:36 horas le decía eso.

(...)

Gracias, gracias a la gente que te hace reír, en un periodo de mierda.

Gracias a la gente, que aunque te diga algo que te duele, algo que te recuerda la realidad, o algo sin tacto, igualmente te ayuda.

En estos días tensos, quién no suelta una bordería.

Esa gente, que te tiene hasta las tres de la madrugada haciéndote reír sin parar en un estado de tanto cansancio.

Esa gente, que te distrae de la realidad,

que te ayuda a sobrellevarla,

que te abraza con sus palabras.

Esa gente que hace que se te escape una sonrisa, siempre.

Esa gente que te emociona,

Que te quiere,

Que te recuerda que sin ti, este mundo tendría más enfermos,

y menos sonrisas de vuelta.

Que te escribe otra vez al día siguiente,

Y otra vez al día siguiente,

para darte las gracias, para darte su ánimo, para abrazarte,

en palabras,

con palabras.

Y otra vez, lo vuelve a hacer.

Esa gente que te llama, para que la tranquilices, para preguntarte dudas, o para ver qué tal estás tú.

Esa gente, que representa la faceta más preciosa

del peor ser vivo.

Esa gente, que te llena,

que te hace seguir,

que te hace continuar a pesar del cansancio,

a pesar del tiempo que nos queda por delante.

Esa gente que te cuida.

Esa gente,

Esa gente es una de las mayores suertes de mi vida.

De mi día a día.

De mi esencia.

De mi lucha.

De mi vida.