Apartaste el taburete
Apartaste el taburete, y yo pensaba que se trataba de la frase Social Distancing del pantalón de Miri(am) (y Pablo).
Apartaste el taburete, y pensaba que ponías un metro de por
medio.
Pero después de hacerlo, después de apartarlo,
Llegaste.
Te pusiste cerca. Te podía sentir.
Apareciste una noche de diciembre, casi enero.
A mediados de este último, entramos.
Y me quedo parada. Se me pone todo de punta. Y sólo quiero
acariciarte esa cara. Abrazarte sin ropa. Y besarte, cada hora.
El taburete de Viralata seguía ahí. Éramos fuego, en una
plaza, en un bar, en el acústico que nos echó, en la cristalera de Amores, en tapas
y fotos y su Miguel, y en una casa ajena, que nos miraba, nos olía.
Tengo sed.
Tengo sed de enseñarte todo.
Tengo sed de aceptar ese viaje.
Sed, de ti, de tu pasado, de tu presente, de no perderme tu
futuro.
De verte reflejada. De verte agachada captando cómo el hielo se descongela, resbalando, las dos, hasta las seis y cincuenta y seis de la mañana.
Comentarios